Besamos tantas enfermedades como amantes de camillas chirriantes, con flores estampadas en un vestido vacío de huesos con florecimiento de deseos en cada temporada.
El sol gotea y se vacía gritando, agonizando y explotando en cada una de esas gotas.
Estallar en un silencio tan vil que se atreve a brillar y a no comprender a la nada infinita separada por el ser.
Escribir en una letra tan airada que el odio nos corta las manos y los ojalás.
Ojalá el mundo, ojalá el amor, ojalá vida y sigue siendo un no ser en pesadillas llenas de estrellas luminosas y ardientes.
Si sembramos locuras y nos perdemos en las cuevas del tiempo, puede que todo se arregle y cavemos las mentiras e ilusiones de las que está llena esta bomba, atrapada en una guerra ya anciana.
No habrá comas que separen los tiempos de paz de los de miradas-granada.
No sentir, no decir, no declarar.
Confundir y no comprender que la vida sigue ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario