La oscuridad es la cortina que la separa de todo. El telón antes de actuar. Con toda una humanidad de público. Solo ella brilla. Solo ella está ahí arriba. ¿Quién la puede acompañar? Egocéntrica, egoísta.
   Deja de brillar con tu traje blanco, alma rota.
   Deja de alardear que esta ciudad es tuya, observando vida, cada sueño, cada tontería.
   Nadie te va a aplaudir, ojos grandes. ¿No ves tus pedazos en el suelo? 
   Ahora el único foco que tenías se está apagando. ¿Podrás dar tu luz sola?
   Siempre estás acompañada de la nada y detestas las baladas que te dedican esos locos pianistas y las novatas enamoradas.
   ¿Qué pasa con esos melancólicos borrachos que quieren hacer trizas tus recuerdos? Los que maldicen tus delicadas noches silenciosas que les prestaste para luego convertirlas en lágrimas.
   Ya estás tan llena de odio... Ni siquiera eres capaz de resguardar a un niño de los gritos de sus padres. 
   ¿Dónde has dejado los sueños y esas sonrisas de quinceañeras?
   Solo con mirarte parece ir todo bien...
   Eres el drama que todo el mundo observa, quieren saber cómo acaba.